Ajuste del termostato para el verano y el invierno
Cuando estés en casa durante el día, te recomendamos que ajustes el termostato a 78F durante el verano y a 68F durante el invierno.
Y pensarás, ¿no debería ser al revés? en realidad, no. Estas temperaturas pueden parecer demasiado altas para sus respectivas estaciones, pero te aseguramos que hay una serie de factores que confirman que son las mejores temperaturas para tu hogar.
¿Es necesario mantener constante la temperatura del termostato?
Antes de entrar en el meollo de este artículo, queremos abordar primero una pregunta que nos hacen a menudo: «¿Es necesario mantener el termostato a una temperatura constante?»
En resumen, la respuesta es no. Hay dos razones para ello:
Si mantienes el termostato a la misma temperatura durante todo el invierno, desperdiciarás dinero en calefacción. Lo mismo ocurre si mantienes el termostato constante durante todo el verano: dinero que se va por el desagüe, resultado de la fuga de energía de la casa.
Como se ha señalado, debes mantener el termostato más alto en verano y más bajo en invierno para utilizar tu sistema de calefacción y aire acondicionado de forma eficiente.
Primero vamos a analizar el ajuste para el termostato en verano y en invierno, y luego veremos cómo reducir la energía a lo largo de cada estación.
Temperaturas más altas del termostato en verano.
Según el Departamento de Energía de EE.UU. (DOE en Inglés), la temperatura más idónea en verano es de 78F. Esto se debe a varias razones:
- Todo lo que sea inferior a 78F aumentará tus gastos en servicios públicos.
- Ajustar el termostato a una temperatura más baja no acelerará el proceso de enfriamiento más que si lo ajustas a 78F. Además, si lo ajustas a 70F, por ejemplo, pensando que de alguna manera enfriará más rápido (no es así), corres el riesgo de enfriar en exceso la casa, desperdiciando energía y dinero.
Al minimizar la diferencia entre la temperatura interior y la exterior, tus gastos en servicios públicos serán más baratos.
Por esta misma razón, 78F es un punto intermedio perfecto, ya que no es ni demasiado caliente (para que puedas estar cómodo en el interior) ni demasiado frío (para que no hagas trabajar en exceso a tu sistema central de aire acondicionado).
Consejo profesional:
Cuanto más seco sea el aire, más cómodo será cualquier punto de ajuste del termostato. Por ejemplo, 78F con 60% de humedad se sentirá un poco húmedo – ¡tal vez mucho!
Pero 78F con 30% de humedad es bastante cómodo para la mayoría de la gente. Así que este es el consejo: la próxima vez que cambies tu aire acondicionado central, elije un modelo de 2 etapas o de capacidad variable porque eliminan de 2 a 4 veces más humedad que un aire acondicionado central de 1 etapa. Te sentirás cómodo a temperaturas más elevadas, ahorrando dinero en el proceso.
78 es lo más bajo – Más alto está bien cuando no estás.
Se recomienda que la temperatura sea de 78ºF cuando estés en casa durante el día, pero hay otros dos momentos en los que tiene sentido aumentar la temperatura del termostato:
Cuando estás durmiendo, si aumentas la temperatura durante estas horas de descanso, podrás conservar más energía y, en consecuencia, ahorrar más dinero.
Cada grado por encima de 78F te ahorrará aproximadamente un 6%-8% en tus facturas de servicios durante los meses cálidos.
Cuando no estés en casa durante 6 o más horas seguidas, deberás aumentar la temperatura de tu termostato para que el sistema de refrigeración se encienda a los 88F.
Si quieres ahorrar dinero pero te preocupa que el aumento de la temperatura fijada comprometa tu comodidad, aquí tienes algunas formas de mantenerte fresco:
- Utiliza un ventilador: Los ventiladores portátiles siempre son útiles, especialmente en habitaciones que no tienen ventiladores de techo. Siempre que utilices un ventilador de techo, podrás aumentar la temperatura de tu termostato 4 grados sin que afecte a tu confort.
- Aísla tu ático: Asegurarte de que tu casa está bien aislada te ayudará a mantener el aire fresco dentro de la casa y a evitar que entre el calor en verano, y lo contrario en invierno. Este mismo principio se aplica al sellado de cualquier grieta en habitaciones con paredes exteriores.
- Aísla y sella los conductos de aire: Esto, por supuesto, sólo se aplica si tienes un sistema de aire acondicionado central y no una unidad de aire acondicionado mini-split sin conductos. Los propietarios de un sistema de aire acondicionado central pueden perder mucho aire a través de conductos mal sellados o aislados. Aproximadamente el 30% del uso de energía de tu sistema se desperdicia de esta manera.
- Evita la cocina y el horno en los días especialmente calurosos: Considera la posibilidad de cambiar el uso de estos aparatos por una parrilla exterior para no calentar la casa.
- Utiliza un ventilador en el baño cuando te duches: Al utilizar el ventilador, puedes reducir la cantidad de calor y humedad que circula por la casa.
Vigila el nivel de humedad exterior.
El calor y la humedad son una mala combinación para el confort y, en condiciones extremas, para la seguridad.
Una cosa con la que deberás tener cuidado es con ajustar el termostato demasiado alto cuando la temperatura exterior sea de unos 80F o más y el nivel de humedad sea superior al 40%.
Si la temperatura interior es demasiado alta, tanto tú como las plantas de la casa o las mascotas podéis sufrir un golpe de calor.
En este caso, debes bajar la temperatura del termostato por debajo de los 78F o consultar los métodos de refrigeración adicionales en nuestra sección anterior.
Bajar la temperatura del termostato en invierno.
68F es una temperatura ideal para ajustar el termostato en invierno.
Según el DOE, se puede ahorrar hasta un 10% al año ajustando la temperatura de tu termostato entre 7F y 10F con respecto a lo habitual durante 8 horas al día. Este proceso resulta aún más rentable para los propietarios de viviendas en climas más suaves frente a los de climas más extremos.
En invierno, Cada grado superior a 68F aumentará tu factura de servicios en un 4%.
Debes saber que los 68F, al igual que nuestra recomendación de temperatura para el verano, son para cuando estás en casa durante el día.
Te resultará aún más rentable bajar el termostato entre 64F y 67F cuando estés durmiendo. En cuanto a cuando estés fuera de casa durante 6 o más horas, puedes ajustar tu termostato hasta 62F.
Consejos para ahorrar dinero en invierno:
Para ahorrar más energía y dinero, aquí tienes algunas cosas adicionales que puedes hacer para retener el máximo calor posible en casa durante el invierno:
- Limpia o sustituye los filtros de tu calefacción: Debes hacerlo una vez al mes o según lo recomiende un profesional.
- Limpia los calentadores de zócalo y los radiadores cuando sea necesario: Asegúrate de que no estén bloqueados por muebles, alfombras o cortinas, lo que limitará la cantidad de calor que pueden descargar en una habitación.
- Abre las persianas durante el día y ciérralas por la noche: Mantén abiertas las cortinas o persianas de las ventanas orientadas al sur durante el día para que entre la luz del sol, y ciérralas por la noche para reducir el frío que entra por las ventanas.
- Apaga los extractores: Asegúrate de apagar los extractores de la cocina y el baño antes de que transcurran 20 minutos después de terminar de cocinar o bañarte.
- Reubica el termostato si es necesario: Tu termostato leerá mejor la temperatura de la casa cuando está fuera de la luz solar directa y alejado de las paredes exteriores. Bloquear o cubrir tu TSTAT también afectará a su rendimiento. Si tu TSTAT se encuentra actualmente sobre una pared exterior o junto a ella, o si está frecuentemente expuesto a la luz solar directa, te conviene llamar a un profesional para que lo cambie de sitio.
La clave para entender los termostatos.
Hay tres tipos principales de sistemas de calefacción residencial:
- Hornos eléctricos, de gas o de aceite.
- Calderas y radiadores.
- Bombas de calor de aire.
Las bombas de calor aerotérmicas son más eficientes desde el punto de vista energético que las calderas o los hornos de gas, ya que simplemente transfieren el calor dentro y fuera de su casa. Sin embargo, no son tan eficaces en climas adversos.
Cuando la temperatura exterior desciende a 40F o menos, la bomba de calor tiene que trabajar más para alcanzar su temperatura TSTAT.
Si una bomba de calor dispone de calefacción auxiliar (aux heat), el sistema la encenderá automáticamente como fuente de calefacción suplementaria para su hogar. Pero cuando el calor auxiliar se enciende, la eficiencia de su bomba de calor disminuye. ¿Por qué?
El calor auxiliar es un conjunto de tiras de calor eléctrico, que utiliza la calefacción por resistencia eléctrica (ERH). La ERH requiere mucha energía para funcionar y, como sabes, más energía significa facturas de calefacción más altas.
Manteniendo el termostato TSTAT ajustado a 68F, evitarás que las tiras de calor se enciendan.
Si bien es cierto que reducir la temperatura interior te ayudará a ahorrar energía y dinero, no debes bajar demasiado la temperatura o te arriesgarás a sufrir daños considerables.
Por ejemplo, cuando la temperatura exterior es de cero grados (32F) o menos, se corre el riesgo de que las tuberías se congelen, lo que a menudo hace que se rompan e inunden la casa.
Las tuberías de la cocina y el baño son especialmente vulnerables a la congelación, ya que no suelen estar protegidas por el aislamiento y dependen del sistema de calefacción para mantenerse calientes.
También puedes arriesgarte a dañar (o destruir) tus muebles y equipos electrónicos. ¿Cómo? Las bajas temperaturas permiten que la condensación se acumule fácilmente.
La abundancia de condensación afectará a los suelos de madera, los muebles y los televisores, entre otros enseres y equipos.
Incluso las plantas de interior y los animales domésticos pueden resultar perjudicados si la temperatura de tu casa es constantemente de 60ºF o inferior, o si la temperatura fluctúa demasiado.
Entonces, te preguntarás, ¿cuál es la temperatura más baja que puedo ajustar en mi TSTAT en invierno? Nuestra sugerencia es que no baje de 62F cuando estés fuera de casa, suponiendo que la temperatura exterior no baje de 32F.
Cuando estés en casa durante los días de 32F o menos, mantén el termostato a un mínimo de 70F-72F.
TSTAT programables.
Hoy en día se pueden encontrar cuatro tipos principales de TSTAT en el mercado:
Los TSTAT mecánicos no programables, que son dispositivos programables no digitales que proporcionan los ajustes básicos del usuario de HVAC.
Los TSTAT digitales no programables, que requieren que cambies manualmente la temperatura establecida cada vez.
Los TSTAT digitales programables, que hacen que puedas disponer de tus temperaturas preferidas para que se enciendan a las horas que tú elijas. Estos ajustes de temperatura/hora sólo cambian cuando los reajustas.
Los TSTAT inteligentes, que constan de múltiples y cómodas funciones además de tener capacidades de termostato programable.
Tener un termostato digital programable o un termostato inteligente te facilitará especialmente la refrigeración en verano y la calefacción en invierno.
Estos dos tipos de termostato no solo te proporcionan más ajustes de control que los termostatos no programables o mecánicos, sino que también te permiten programar sus temperaturas interiores para que cambien automáticamente cuando lo desees.
Esto significa que después de un día complicado, no tendrás que acordarte de reajustar la configuración del termostato por la noche o a la mañana siguiente, cuando vayas a trabajar o cuando vuelvas del trabajo
Y cuando tú y tu familia estén de vacaciones, sus ajustes preprogramados les permitirán irse sin preocupaciones, sabiendo que no tendrán que lidiar con la calefacción o la refrigeración excesivas, lo que siempre es caro.
Sin embargo, la posesión de un termostato programable tiene una advertencia. Dependiendo del tipo de TSTAT que poseas, puede ser incompatible con un sistema ERH, que la calefacción por zócalo eléctrico utiliza como fuente principal y las bombas de calor como calor de reserva o de emergencia.
Los sistemas de calefacción por zócalo eléctrico requieren termostatos que puedan controlar directamente los circuitos de 120 ó 240 voltios, pero sólo unas pocas empresas producen termostatos programables de tensión de línea.
La mayoría de los sistemas de calefacción modernos utilizan termostatos de baja tensión, que requieren mucho menos de 120 V para funcionar.
Las bombas de calor pueden ser compatibles y energéticamente eficientes con los termostatos programables, pero depende del modelo. Algunos termostatos solo funcionan con bombas de calor sin calor auxiliar o calor de emergencia (em heat).
Los modelos que no son compatibles con los termostatos programables no funcionarán con la misma eficacia al bajar la temperatura establecida a 68F. En otras palabras, no ahorrarás energía ni dinero con el tiempo.
Afortunadamente, puedes encontrar varios modelos de termostatos inteligentes/programables de Ecobee, Honeywell y Lux que funcionan bien con las bombas de calor que tienen aux y em heat. Estos son algunos ejemplos:
Marcelo Ulloa
Soy Marcelo Ulloa, un entusiasta de los servicios esenciales para el hogar, desde cerrajería hasta plomería, HVAC y control de plagas. Mi curiosidad me llevó a explorar la profundidad y amplitud de estos campos, descubriendo la importancia de cada uno en nuestra vida diaria. En cotizacion.co, comparto mis insights, recomendaciones y experiencias en estos ámbitos, buscando ofrecer a los lectores consejos prácticos y soluciones efectivas. Mi misión es desmitificar estos servicios, proporcionando información clara y útil para que todos puedan tomar decisiones informadas sobre el cuidado y mantenimiento de sus hogares. Fuera de la escritura, disfruto investigando las últimas tendencias en herramientas y tecnologías del hogar.
